¿Qué me impulsó a ser EBANISTA?
- acostahabogados
- 12 nov
- 1 Min. de lectura
Actualizado: 27 nov

Siempre sentí una atracción especial por crear con las manos. La madera, con su textura y su aroma, tiene algo que conecta con lo más esencial: el trabajo, la paciencia y el tiempo. Empecé en la ebanistería casi por curiosidad, buscando una forma de desconectar de lo cotidiano, pero terminé encontrando un espacio donde podía pensar distinto.
En el taller descubrí algo que también busco en mi profesión como abogado: equilibrio. En la madera, si te apurás, se quiebra; si no la escuchás, se resiste. Lo mismo pasa con las personas, con los conflictos, con las decisiones legales. La ebanistería me enseñó a observar, a no forzar, a respetar los procesos.
Hoy entiendo que no fue solo un hobby. Fue una manera de volver al origen, de recordar que el valor de las cosas —como el de las personas— está en los detalles, en la dedicación y en la forma en que uno se involucra con lo que hace.
En cada pieza que construyo hay algo de eso: tiempo, atención y propósito. Lo mismo intento llevar a mi trabajo como abogado.




Comentarios